miércoles, 25 de febrero de 2009

MI VIDA CON ELLAS

Hoy le pido prestado el título a un blogger amigo para hablar de Marta y Susana, ellas estuvieron conmigo, supongo que desde que nací, pero hicieron su aparición después, cuando yo tenía unos diez años aproximadamente. A lo largo de mi vida, nuestra relación pasó por distintas etapas, al principio estaba como contenta con su presencia (yo era muy agrandada), después de a poco empezaron a resultarme molestas hasta el punto de llegar a odiarlas durante mi adolescencia y querer erradicarlas de mi vida. Después me arrepentí (porque también soy muy cagona). Por último las acepté y me aproveché de ellas, al punto de hacer uso y abuso de los beneficios que me ofrecían.

Como decía aparecieron en mi vida como a los diez años, y lo hicieron sin previo aviso, bah, tal vez venían avisando y yo no me enteraba, pero la que si se daba cuenta era mi mamá, que un día, sin que fuera mi cumpleaños, navidad, ni nada cayó con un regalo para mi. Me lo entregó y me dijo: “A partir de ahora, vas a tener que usar esto”, y envuelto en una preciosa cajita rosa estaba…mi primer corpiño. Sí, sí, sí, porque… ¿quiénes son Marta y Susana? Ni más ni menos que ellas, mis chicas, mis lolas o como quieran llamarlas…

A partir de ese momento mi vida cambió sin ninguna duda, como dije al principio estaba feliz, era de las primeras que usaba corpiño, y en el recreo iba al baño con mis compañeras para mostrarles el bretel, mostrar más hubiese sido terriblemente descarado en esa época (recuerden que soy del siglo pasado). Pero las pequeñas, no se conformaron en quedar pequeñas y en séptimo grado ya tenía 90, mientras que a muchas de mis compañeras ni les asomaban, a eso hay que sumarle la revolución hormonal reinante y lo crueles que pueden ser los chicos con los diferentes. En esa época (años 86 u 87) en la tele no tuvieron mejor idea que pasar la serie Shaka Zulú, y lo que mis compañeritos rescataron de ese programa no fue la lucha étnica ni el trasfondo cultural, sino que las negras de la serie andaban con el torso desnudo y cuando bailaban, bamboleaban las tetas como locas. Conclusión tuve un nuevo apodo, SHAKA, en honor a las africanas, según mis compañeros era la única que estaba en condiciones de realizar ese baile. ¡CÓMO LOS ODIE POR EL RESTO DEL AÑO A ESOS PENDEJOS!

En la adolescencia y alejada de mis torturadores de la primaria, no me fue mucho mejor. Los primeros bailecitos, y salidas, todas juntas y en patota a comprar ropa, yo siempre volvía con algo digno de mi vieja. ¿Sabían que la ropa linda la hacían para adolescentes chatas? Nunca me animé a ponerme un strapples o mucho escote porque siempre sentí que me veía como Lía Crucet, entonces trataba de ocultarlas usando ropa holgada y cuellos muy altos incluso en verano, muchos años después y gracias a Utilísima me enteré que eso no hacía más que acentuarlas. Incluso valiéndome de los contactos de uno de mis primos (tengo por lo menos 15 enfermeros en la familia) fui a ver a un cirujano para hacerme una reducción, pero me agarró mucho miedo cuando me explicó el post operatorio.

Entonces, no me quedó otra que aceptarlas, y empezar a convivir en armonía con ellas. Además empecé a disfrutar algunos beneficios que ellas me ofrecían. Por ejemplo, y me avergüenzo de esto, para aprobar una materia de la facultad que me resultaba un bodrio. Todos nos habíamos dado cuenta que el profesor era un baboso, y que se pasaba la clase mirando los atributos de las chicas, entonces cuando fui a rendir el final, pelé “manso escote” (como dicen mis sobrinos) y obviamente aprobé, pero fue súper incomodo hablar de economía sabiendo que el tipo estaba mas pendiente de mis lolas que de mis respuestas.

En fin aprendí a aceptarlas tan bien, que terminé bautizándolas Marta y Susana en honor a una vieja re-pechugona del barrio.



Bueno y con ustedes....LAS CHICAS.....



NAAAAAAAHHHHH...¿DE VERDAD PENSARON QUE IBA A SUBIR UNA IMAGEN DE MIS LOLAS? JAJAJA

P/D: No son tan gigantescas

viernes, 20 de febrero de 2009

MI SEGUNDO NOMBRE - RELOADED

Revisando mis últimos posteos, me dí cuenta que, si bien me reflejan, venían medio de bajón y sentimentalismo, por eso y para no aburrir con mi árbol genealógico y mis rayes de proyecto de solterona. En este post, les voy a contar otros de mis fabulósicos papelones, como lo dije en otro post la torpeza es parte de mi vida y ya no reniego de ella, sino todo lo contrario la convierto en mi sello personal, por eso y para levantar un poco el ánimo de este blog, aquí van un par de situaciones, en las que para variar, como dice mi sobrino "me la eché"

- Secundaria, primer día de clases, la ¿alegría? del reencuentro con las compañeras, y ese año la división “D” cursaba en el 2º piso, subida rápida por las escaleras, efusivo abrazo con la amigota, tropezón y chauuu cartuchera. Lamentamos informar que la infortunada cartuchera de Alelú, intentó suicidarse, arrojándose por el balcón del segundo piso, para caer a los pies de la Srta. Vicedirectora del turno tarde, en esta acción, pereció la joven calculadora científica con tan solo dos días de vida. Como consecuencia de este evento, su propietaria inicio el año con 3 hermosas amonestaciones.

- El cumpleaños de 15 de Alelú se realizó en un “boliche”, los invitados estaban citados a las 22:00 hs. todo preparado para que la homenajeada a las 22:30 hs. bajara una escalera del brazo de su papá, por lo tanto tenía que llegar antes para esperar a los invitados. 21:30 llega Alelú estrenando sus hermosos zapatos Luis XV (que antigüedad!!) y como era la primera vez que entraba a un lugar así, por mirar absolutamente todo, no miró lo que había bajo sus pies, un lindo escalón el cual se tragó como las mejores y termino de rodillas en el piso y con sus lindas medias finas corridas. Consecuencia papito volando en el Falcónave a buscar otro par de medias en casa, con la consigna de llegar antes que los invitados.

- Cumpleaños de la abuela, todos risueños y felices, cena numerosa mucha familia y amigos. Alelú preciosa, estrenando vestidete. La comida en la casa de los abuelos, los muebles, casi tan viejitos como los abuelos. Charlas, risas, brindis y de repente un CRACK, y Alelucita, desapareció bajo la mesa, llevando tras de sí todo el mantel y la vajilla.

- Primer trabajo, repartidora de boletas de deuda de OSM, horas caminando con una mochila pesadísima llena de boletas que solo podían ser entregadas en mano y contra firma del usuario. Es decir, nada de tirarlas por debajo de la puerta, en cada casita de morosos, Alelucita, debía tocar el timbre y esperar que saliera algún humano dispuesto a recibir un papel que le decía “Sr. Ud. nos debe plata”. El terror de todos los carteros y repartidores calculo debe ser el mismo…LOS PERROS…pero no los grandotes tipo Doverman, Rottweiler o Boxer, sino los otros, los chiquititos histéricos, esos que ladran y ladran y ladran…y no sólo eso sino que te “garronean” (como decía mi abuelo) se te prenden de los tobillos y no podés sacártelos de encima. Bueno eso le pasó a esta humilde trabajadora, uno de estos proyectos de perro, no sólo ladró y “garroneó” sino que se prendió del jean de Alita y no se soltaba. Conclusión una caminata de 3 cuadras y ½ con un “choquito” enojadísimo a la rastra. Cuando estaba por volarlo de una patada, se dio cuenta que, al pobre can, se le había enganchado el “colmillito” en el ruedo del pantalón. Ups.

- Trabajo, oficina, planta baja Sr. Jefe con clienta muy importante. Clienta recién llegada de la peluquería de Giordano. Alelú, bajando la escalera con el filtro de la cafetera y algunos otros utensilios para ser lavados en el bañito del subsuelo. Tropezón, casi caída, y “el filtro voladooor” (léase con el ritmo del gato volador) pasó a dos milímetros del nuevo peinado de la señora, para caer en su falda. Obviamente la cuenta de la tintorería la pagó quien suscribe.

JURO SOLEMNEMENTE QUÉ ES TODO ABSOLUTAMENTE REAL, ME HA SUCEDIDO Y LO LAMENTABLE ES QUE SITUACIONES COMO ESTAS ME SIGUEN SUCEDIENDO.

miércoles, 18 de febrero de 2009

ACOSO CON RITMO DE SKA III (última parte)

Del Acoso al Primer Beso

Como dije anteriormente, con J tuvimos muchos acercamientos, muchas veces provocados por mi, producto de mi acoso constante. Más de una vez lo invite a los cumpleaños de mis compañeras (yo iba a una escuela de “señoritas”) y conseguía tarjetas para el y sus amigos.

Lo máximo de mi acoso llegó en lo que yo creí sería mi gran oportunidad, sin amigos, sin conocidos, solo él, yo y toda mi familia. Era el cumpleaños de una prima, y ella para hacerme “la pata” me dio una tarjeta para él. Cuando lo invité, advirtiéndole que iban mis viejos y hermanos, para mi sorpresa me dijo que SÍ. Yo no lo podía creer, estuve toda la semana preparándome y sin importarme nada, era fin de trimestre en la escuela y desaprobé como 4 pruebas, pero yo ni me inmutaba, sólo tenía cabeza para prepararme y pensar qué me iba a poner esa noche.
A la hora indicada estábamos (mi familia y yo) en la puerta de su casa, y después lo único que me acuerdo es que se sentó a mi lado y su perfume inundó todo el auto (esa era mi sensación). Yo estuve toda la noche como flotando y él al principio tímido y silencioso, hasta que empezamos a bailar, ahí quedamos “solos” (sin mi familia). En un momento fuimos a sentarnos y ahí empezó mi tortura, cuando lo tenía justo donde yo quería, cayó el pesado de uno de mis primos, que lo conocía de la escuela, y no se nos despegó más.

Dos semanas después era mi fiesta de 15, y fue todo un desastre, cuando lo empujaron para que baile el vals conmigo, el “disc jockey” lo cortó y arrancó con los temas para bailar; y durante la noche cada vez que el amagaba para bailar conmigo, aparecía algún amigo, primo o tío empedado y me agarraba al grito de “tengo que bailar con al quinceañera” ahhhhhhhhhh….. ¡Cómo desee no tener familia esa noche!

Después de mi cumple, me tuvo una semana diciéndome que necesitaba hablar conmigo, mi imaginación volaba a mil por hora, ya me veía de blanco entrando en la Iglesia y el esperándome en el altar, jajaja. Al final la charla se dio una semana después, a la salida del grupo, me dice, te espero en la escalera de la Muni, dentro de 15 minutos. Mi corazón se aceleró, y temblando como una hoja, crucé la calle, todavía no sé cómo subí la escalinata de la municipalidad. Ahí, escondidos detrás de un cantero tuvimos la charla que derrumbó mis ilusiones. Me dio el famoso discurso que los hombres aprenden de chiquitos: “Sos una flaca re buena y te merecés lo mejor, yo te quiero mucho, me gusta ser tu amigo…bla…bla…bla…bla…pero no quiero ser tu novio”. Mientras el hablaba, mi cara empezó a arder, y mis ojos (mis delatores) empezaron a humedecerse primero e inmediatamente después dos cataratas, dignas copias de La garganta del Diablo, corrían por mis mejillas. En ese momento J perdió la calma y no sabía que hacer para tranquilizarme, y parece que lo único que se le ocurrió fue…COMERME LA BOCA DE UN BESO. Hasta ese entonces yo lo más que había tenido era un piquitito en la comisura de los labios con mi noviecito de la primaria, pero este fue un BESO, con todas las letras…a esa altura yo ya no entendía nada. No sé como subí al micro ni como llegué a mi casa ese día.

Y ustedes… ¿se acuerdan de su primer beso?


P/D: al día siguiente fue hasta mi casa, pero no para proponerme ser su novia, sino para pedirme PERDON POR EL BESO. Sí, sí, lo sé...terrible lo mío.

martes, 17 de febrero de 2009

HOY NO ES UN BUEN DÍA

Desde la mañana me sentí rara, triste, tenía un vacío raro...hasta que llegué a la oficina y tuve que escribir la fecha...17 de febrero de 2009, la puta madre, ¡era eso!...yo creí que era mañana pero no, el corazón no se equivoca de fecha. Hoy hace 3 años, que se fue el primer amor de mi vida, el que me corría los noviecitos, el que me hacía caballito en sus rodillas.

Hace 3 años, en la madrugada del 17 de febrero, llovía a cántaros y después de un poquito más de 1 mes, se durmió para siempre. Todavía extraño sus enojos, sus mates empalagosos, su sopa espesa y sobre todo su mirada entre tristona y risueña. Espero pronto cumplir con una promesa que le hice cuando cumplió 90 años, si tengo un hijo varón se va a llamar Gabino como mi abuelo.
El último recuerdo de su ternura que tengo grabado a fuego, fue cuando murió mi nona (abuela por la otra rama) no me abrazó, sino que me agarró la cara y me dio un beso suave en la frente, como cuando era chiquita y me dolía algo.

¡NO SABÉS CUÁNTO TE EXTRAÑO!

domingo, 15 de febrero de 2009

YEI YEI

2006 no fue un buen año para nuestra familia y la noticia de su llegada fue mucho más que una brisa de aire fresco en nuestras vidas, en febrero de ese año el Abuelo se había despedido de nosotros, en mayo pasó lo que pasó con mamá. Todavía estábamos persiguiendo médicos y peleando con los abogados del seguro, cuando desde el viejo continente llegó la buena nueva. Saber que en febrero llegaría, hizo el milagro que 7 entradas al quirófano no habían logrado, en menos de 3 semanas le dieron el alta a mami. Fui la primera en enterarme, y me tuve que morder para no decírselo a todos, todavía me acuerdo cuando en el MSN se abrió una ventanita que decía ¿CÓMO ESTÁS PARA SER TÍA? Las lágrimas empezaron a caerme sin control, estaba en el trabajo, cuando llegó mi jefe (y amigo) pensó que había pasado algo con mi vieja y yo del llanto no podía contestarle que lloraba de alegría y por el MSN, mi hermano que me bombardeaba, "nena, estás ahí?? Boluda, entendiste, vas a ser tía, en febrero voy a ser papá, contestá pelot…, que hacés estás con clientes??" Y a mi se me cruzaban los dedos no atinaba a escribir nada, estaba en trance.
Por esa época, no tenía compu en casa, entonces fui la privilegiada, gracias a la del trabajo, que vio por MSN las ecografías, y como crecía la panza. Fue y es duro seguir su crecimiento a la distancia, pero se volvió el tema central en las charlas por teléfono y msn, y cuando él está frente a la webcam, de este lado del Atlántico hay 4 babosos mirando el monitor como si fuera la pantalla del cine. El año pasado para está época estuvo aquí, vino a festejar su primer cumpleaños, fueron 43 días luminosos, la casa se llenó de risas, juguetes y canciones, mi mamá abandonó a su nuevo compañero, el bastón; mi papá creo que nunca pasó tanto tiempo en casa. Hasta la Peti sacó a relucir su veta artística y le escribió un cuento, qué aquí publico con su autorización.

CUENTO PARA YEI YEI

Había una vez un lugar muy lejano pero a la vez muy cerca. Ahí vivía una princesa “morena”, en busca de un príncipe. Este príncipe, “desconocido”, andaba en la misma búsqueda.
Un día, la princesa “morena” y el príncipe “desconocido”, se encontraron; y…dicen las buenas lenguas, que el shock fue inmediato. Pasado el tiempo los príncipes ya no eran desconocidos, todo lo contrario, día a día se conocían y amaban más. Juntos pasaron muchos momentos felices y muchos otros “malísimos” para su gusto; pero con la ayuda de las familias reales de la princesa “morena” y el príncipe “ya no desconocido”, lograron salir adelante.
Luego de un tiempo los reinos de ambos, se vieron invadidos por una suerte de brujería y gualicho malo, esto hizo que los príncipes tuvieran que tomar decisiones muy serias y tristes. El destino hizo que se separaran.
La princesa “morena”, a pesar del fuerte amor que la unía a su familia real y al príncipe “ya no desconocido”, tuvo que marcharse lejos.
El príncipe quedo muy apenado y triste, pero, a pesar de la distancia, su romance seguía siendo muy fuerte.
De repente un día, al príncipe le llegó una muy buena noticia, la princesa morena necesitaba a su príncipe. Y como dice una frase conocida “el amor es más fuerte”, por eso el príncipe voló hasta ese lugar lejano al encuentro de su princesa.
Los reinos de ambos, quedaron muy tristes pero a su vez felices de que los príncipes volvieran a estar juntos.
Pasaron tres largos años de mucha nostalgia y recuerdos, el sueño de los reinos era el reencuentro con sus amados príncipes. En ese tiempo los reinos pasaron todo tipo de tragedias, pero seguían fuertes al saber que en cualquier momento sus príncipes regresarían.
De pronto, un día de mayo o junio una paloma mensajera trajo una noticia increíble, los príncipes, que a esta altura ya eran reyes, esperaban a su primer heredero. Esto lleno de felicidad a los reinos. Pasaron nueve meses, y un tibio y a la vez caluroso quince de febrero, llegó el príncipe más hermoso que se pudiera conocer en la tierra, ambos reinos a la distancia lo alababan y le pedían a Dios que lo cuidara.
Pasaron otros once meses y los reinos estaban alborotados, faltaba muy poco para conocer a su dulce heredero.
Un once de febrero del año 2008, salió el sol muy temprano…justo cuando brillaba más fuerte que nunca, apareció él; era lo más bello que los reinos habían visto jamás. El principito agradecido por los gestos de admiración, desplegó su sonrisa gigante y todos los del reino quedaron encantados para toda la vida.
El príncipe N logró que la felicidad volviera a los reinos, e hizo que surgieran los sentimientos más increíbles y profundos que se puedan imaginar.
El principito regaló las sonrisas más inmensas, las risas más fuertes y las miradas más sinceras, pero por sobre todas las cosas los sentimientos más inocentes que se puedan conocer. Fueron cuarenta y tres días de felicidad y sí, una mezcla de sensaciones y sentimientos.
Había una sola realidad que apocaba todo tipo de felicidad, el príncipe, en compañía de los reyes, pronto debía marcharse. Pero en ambos reinos ya unidos para siempre, quedaban risas en cada rincón, marquitas en cada lugar que tocó, miradas en cada lugarcito en que se reflejaba su carita, y su olorcito impregnando cada trozo de lienzo donde plasmo su blando y suave cuerpito.
Esa felicidad terminó una mañana a fines de marzo, los reyes con su bello príncipe, se marcharon para continuar con su destino. Ambos reinos quedaron vacío inexplicable, con un dolor nunca antes sentido y con millones de lágrimas derramadas. Pero hay algo que los mantiene vivos…el pensar todos los días en el nuevo y definitivo reencuentro.
Se dice por ahí, que cuando los reyes regresen con su bello príncipe; y quien sabe con otro ángel que los acompañe. Los reinos volverán a ser felices por completo y se verán en el cielo destellos jamás vistos.
Y COLORÍN COLORADO…TODOS VOLVERAN A SER FELICES Y COMERÁN…GALLETITAS SONRISAS JIJI

Texto: Titi (Peti en el blog)
Arreglos: Tía Ale (Alelú)

Hoy el gordo cumple 2 añitos, y me encantaría tenerlo aquí para comerlo a besos, para bailar la gallina turuleca y comer juntos galletitas sonrisas de frambuesa (las únicas que le gustan)

¡¡¡FELIZ CUMPLE AMORCITO!!!

martes, 10 de febrero de 2009

Úuuuultimo momento

Si quieren saber cuál fue mi experiencia como nuera, los invito a pasar por el nuevo Blog de la Capitana:

Si tienen alguna experiencia para aportar, avísenle a la Capi, que ella es la encargada de este nuevo espacio de Catarsis

sábado, 7 de febrero de 2009

Cabecita de tarro


Tengo una amiga que usa esa frase para hablar de la gente despistada y olvidadiza, cualidades que me identifican. Hace un par de días el Sr. Briks me honró entregándome un premio, y yo "cabecita de tarro", no sólo no lo agradecí en su momento (no me di cuenta hasta que el me lo hizo ver) sino que no lo agradecí como corresponde en mi blog (a pesar de que lo coloque inmediatamente. Por eso y pidiendo las disculpas del caso, agradezco efusivamente al Sr. Briks.
Por lo que entendí, tengo que pasar dicho premio a tres más, y serían:
AnDy (me mimo cuando estaba mal), Beatriz10 (su blog es un canto a la
alegría) y Capitana (regalo por la inauguración del nuevo blog)
He aquí el premio:

Por otro lado Beatriz me entregó un premio en su blog, el cual agradezco, pero por mi misma condición de "Cabecita de tarro" no se cual es y no pude buscarlo.

viernes, 6 de febrero de 2009

ACOSO CON RITMO DE SKA II

Ahí empezó el otro acoso, mi especialidad las cartas. En cartas larguísimas, que no estoy segura que él leyera, le confesaba mi “amor incondicional”, le decía que no me importaba si el “no gustaba de mí” porque yo con verlo era feliz, le pedía que no se sintiera incómodo con mi presencia y que si él me lo pedía yo dejaba de ir al “grupo” (parroquial); y un montón de estupideces por el estilo. A través de mi amiga me enteraba de “sus movimientos” y sufría cada vez que lo veía con otra chica, lo que era muy común ya que el muchacho era muy popular entre las féminas adolescentes.
Si calculo bien, fueron como 2 años de persecución, y en el medio hubo un par de acercamientos, pero nunca concretamos nada. Una vez fue hasta mi casa para avisarme de un “baile” que se hacía en la casa de nuestra amiga celestina, (en esa época yo no tenia teléfono y vivía más lejos que el resto) no podía creer cuando mi hermana me dijo te busca J, todavía me acuerdo estaba estudiando para la prueba de latín y como no le creí, salí en pijama y toda despeinada, me quería morir cuando lo vi. Obviamente después, se divirtió a costa mía diciéndole a todo el mundo que me encontró durmiendo la siesta a las 8 de la tarde.
Ese tipo de acercamientos estuvieron presentes siempre, eran tonteras pero a mi me hacían feliz, como regalarme caramelos para mi cumple, avisarme de una salida de último momento o acompañarme a esperar el colectivo, en realidad eran gestos que todos los varones del grupo tenían, pero viniendo de él para mi eran especiales. Pero hubo dos hechos que aceleraron mi corazón y me hicieron pensar, se me va a dar.

El primero fue en uno de los numerosos cumpleaños de 15, había a modo de centro de mesa un jarrón con rosas, la quinceañera invitó a todas sus amigas a sacar una, no alcanzaron las de mi mesa, el se levantó buscó una de otra mesa y me la trajo, todavía la guardo en mi caja de recuerdos.

El segundo momento, fue en un baile, de los tantos que organizábamos, no sé cual era el motivo, pero seguro era el verano del ‘89, porque me acuerdo con lujo de detalles, como estábamos vestidos los dos. Yo, camisa de flores celestes y verdes (tonos pastel) con cuello bebé y hombreras, minifalda de jean (muy corta, a los ojos de mi hermano), zoquetes verde fluor (eran un espanto pero estaban de moda) y mis zapatillas Topper blancas impecables. Él, camisa Gregorio (acá eran lo más) azul claro con dibujitos blancos diminutos, jean y zapatillas Nike air. Hasta ese momento todos habíamos bailado con todos, pero el Gordo, que hacía a las veces de DJ, dejó solo la luz negra (en esos bailes convertíamos la casa de turno en un verdadero boliche) y largó los lentos, J se me acercó, me tomó del hombro y ahí empezamos a bailar. Todavía, cuando siento el perfume del Colbert Noir, recuerdo cómo se sentían sus manos en mi cintura. Fue la primera y creo que única vez que bailé un lento con J.



Este era el tema con que el Gordo empezaba los lentos, y este fue el primer lento que bailé en los brazos de J

miércoles, 4 de febrero de 2009

ACOSO CON RITMO DE SKA

Anteayer como todos los lunes, me calcé las zapatillas y la “jogging” y me fui a hacer la deportista por el parque. Esta es una rutina que empecé hace como 4 meses, no es nada, del otro mundo, es más, para ejercicio físico es muy poco, pero es mi terapia de relax ya que voy sin otra cosa más que mi botellita de agua y mi mp3; y justamente este aparatito es el que me inspiró para este post. Con los Fabulosos Cadillacs a sonando a full en mis oídos empecé a recordar, una parte de mi vida que bien podría ser musicalizada con temas de ellos y los lentos de los Enanitos Verdes y Pueyrredón (también algunos de Eddie Sierra alguien se acuerda??)
Corrían los últimos años de la década del ’80, años ’88 y ’89 para ser más precisa, una tímida Alelú empezaba su itinerario por cumpleaños de 15 varios. Sobre todo los del numerosísimo grupo parroquial de jóvenes, para variar no era de las más grandes pero tampoco la más chica, por lo que al primero asistí a los 13 (a principios del 88) y al último como a los 17 (a principios del 92). Para los que ya sacaron la calculadora, les ahorro el trabajo, en julio cumplo 35.
Fue precisamente en uno de esos cumpleaños, con los Cadillacs de fondo, que Cupido me agarró desprevenida, y ahí empezó mi etapa de acosadora.
A J lo conocía hacía mucho tiempo, desde los 9 más o menos, pero no éramos amigos ni mucho menos, yo sabía su nombre, el conocía el mío pero nada más. Abril del ’88, cumple de 15 de “mi mejor amiga” de turno. Con "El Genio del Dub" sonando de fondo, la torpeza propia de los púberes (de ese tiempo) y cuando ya el resto estaba bailando, J se acercó a mi, agarró la manga de mi camisa con “jabot” y me lanzó un “vamos a bailar”, no sé si fueron las luces de colores, el “flash” o la luz negra, pero ahí mismo tuve una revelación. Al día siguiente le confesé a dos de mis amigas “ME GUSTA J”, y ahí mismo empezó una tarea de espionaje digna de James Bond o Ethan Hunt. Tenía una conocida del barrio que era compañera suya de la escuela, a través de ella y sin decirle cual de las tres era la interesada le mandamos una carta que decía algo así como: “Me gustas mucho, si te interesa conocerme completa los siguientes datos y yo me contacto con vos” Y venía un listado de datos dignos de un formulario de migraciones. De más esta decir que la carta volvió y así me enteré de su segundo nombre, su comida preferida, su música favorita (obviamente los Cadillacs estaban en la lista), la cantidad de hermanos que tenía (yo solo conocía uno) y lo más importante, su número de teléfono. La primera vez que llamé a su casa, sabía que seguramente a esa hora estaba en la escuela, pero lo hice para chequear el número. Con el pasar de los meses y los cumpleaños, empezamos a ser amigos, es más una vez, en lo que yo consideraba el súmun de la felicidad, a la salida de un cumpleaños mi papá lo llevó a su casa (a él y 3 más) en el auto. Al día siguiente me dio un beso en la mejilla y me dijo “Gracias por lo de anoche” yo tocaba el cielo con las manos; si me encontrara ahora, la frase tendría mucho más sentido y seguro más efusiva (bueeeeena la come hombres jajaja).
J no era lindo, era bajito, tenía los dientes chuecos y el pelo como al descuido, pero era gracioso, simpático y sabía con exactitud qué, cómo y a quién decirle las cosas. Así conquistó a casi todas. Todo el misterio inicial al poco tiempo diluyó, y todos sabían que yo “gustaba de J” (incluso el cura de la parroquia). Obviamente el también lo sabía, y se aprovechaba de la situación, un día me saludaba recontra eufórico y al otro, ni la hora. Teníamos una muy buena amiga en común que hacía todo lo posible por unirnos, pero estaba claro yo no le interesaba. De todas sus admiradoras yo era la que contaba con el visto bueno de los amigos, de la familia (me hice muuuuy amiga de su hermano), de todo el mundo menos de él. Una vez le dijo a nuestra amiga que él pasaría más tiempo con nosotras si yo no estuviera tan pendiente de sus movimientos. Ahí empezó el otro acoso.......