Hace unos días, vi en televisión un programa que reveló toda la sangre de mis venas. Nos quejamos de la inseguridad, de la violencia y de la falta de compromiso que tenemos como sociedad. Pero viendo esto pensé: ¿CÓMO MIERDA QUIEREN QUE TENGAMOS COMPROMISO? SI LA VEZ QUE COMO PUEBLO SACAMOS TODO NUESTRO PATRIOTISMO NOS ESTAFARON.
Que la de Malvinas fue una guerra absurda, no hay dudas. Que nos engañaron desde el principio, es obvio. Que fue el manotazo de ahogado de un alcohólico, que jugo al TEG en el sur, donde fichas que eran personas, si señores fue así.
Pero lo peor de todo es que se jugo no solo con la vida de los jóvenes que fueron a una guerra estúpida, que guerra no lo es, con armamentos de “juguete”, sino que se jugó también con el sentimiento de todo un país, se secó el último brotecito de patriotismo verdadero de nuestra gente. Un patriotismo que nada tiene que ver con el patriotismo de “gorro, bandera y vincha” de un evento deportivo.
El programa al que hacia referencia, hablaba concretamente de los millones de dólares que se recaudaron para el FONDO SOLIDARIO DE MALVINAS, millones de dólares que nadie sabe donde fueron a parar, que “mágicamente” desaparecieron de las arcas del Banco Nación. Esto fue una ESTAFA con todas las letras, una estafa económica terrible. Pero la peor, para mí fue la ESTAFA MORAL
En 1982 yo tenía 7 años, estaba en 2° grado y me encantaba la escuela, vivía una infancia tranquila y sin sobresaltos. Mis recuerdos de esa época son pocos pero me acuerdo de la cantidad de chocolates que juntamos para los soldados, el amor y la admiración con que escribíamos cartas y pintábamos dibujitos para darles nuestro apoyo. Me acuerdo de una propaganda que decía “En caso de ataque aéreo UD. debe…..” y el miedo que sentía cada vez que pasaba un avión por mi casa (encima vivo cerca del aeropuerto, y en plena ruta aérea). Me acuerdo de cantar la Marcha de las Malvinas en lugar de Aurora antes de entrar a clases.
El otro día, veía con una enorme tristeza, como la gente se desprendía de cosas que eran un recuerdo familiar o que habían conseguido producto de mucho esfuerzo, orgullosos porque era para una causa mayor, para que NUESTROS CHICOS estuviesen bien. Y veía con repulsión como los REVERENDOS HIJOS DE MIL PUTAS, decían cosas como “están mejor que en casa” (NADIE ESTÁ BIEN EN UNA GUERRA CABRON DE MIERDA)
La estocada final a mis sentimientos fue cuando escuché, que los chocolates que reunieron los chicos de todo el país para los soldados, se vendían en los kioscos de la patagonia…..CON LAS CARTAS ADENTRO!!!!, no tuvieron ni siquiera la inteligencia (no digo delicadeza porque es imposible) de sacarlas. Lloré como una nena cuando escuché eso, porque mi recuerdo me llevo a mis 7 años nuevamente, a la ilusión con que llevábamos ese chocolate. Para mi, debo decirlo, un chocolate no era mucho, mi papá en esa época tenía un buen trabajo y le gustaba mimarnos con golosinas, pero para muchos de mis compañeros era un sacrificio tremendo, algunos comían chocolate solo cuando la seño nos regalaba golosinas por el día del niño o del estudiante. Tengo 35 años y hace mucho que me enteré que los chocolates no llegaron a destino, pero juro que cada vez que veo algo así, vuelvo a sentir el desencanto de una nena de 7 años a la que le robaron una ilusión, en este caso la ilusión era ayudar con algo tan chiquito, a DEFENDER A LA PATRIA.
Retomo lo que dije arriba, ¿cómo pretenden que tengamos Compromiso Social? Si la vez que “defendimos la Patria” por algo mas importante que un partido de fútbol (aunque haya sido otro circo igual al del mundial ’78), la vez que ofrecimos todo lo que teníamos, para la Patria, NOS AFANARON, y no sólo lo material, NOS AFANARON LA ILUSIÓN DE SENTIRNOS PATRIA.
CON EL BUEN JUICY FRUIT DE MI LADO
Hace 9 años