Revisando mis últimos posteos, me dí cuenta que, si bien me reflejan, venían medio de bajón y sentimentalismo, por eso y para no aburrir con mi árbol genealógico y mis rayes de
proyecto de solterona. En este post, les voy a contar otros de mis fabulósicos papelones, como lo dije en otro post la torpeza es parte de mi vida y ya no reniego de ella, sino todo lo contrario la convierto en mi sello personal, por eso y para levantar un poco el ánimo de este blog, aquí van un par de situaciones, en las que para variar, como dice mi sobrino "me la eché"
- Secundaria, primer día de clases, la ¿alegría? del reencuentro con las compañeras, y ese año la división “D” cursaba en el 2º piso, subida rápida por las escaleras, efusivo abrazo con la amigota, tropezón y chauuu cartuchera. Lamentamos informar que la infortunada cartuchera de Alelú, intentó suicidarse, arrojándose por el balcón del segundo piso, para caer a los pies de la Srta. Vicedirectora del turno tarde, en esta acción, pereció la joven calculadora científica con tan solo dos días de vida. Como consecuencia de este evento, su propietaria inicio el año con 3 hermosas amonestaciones.
- El cumpleaños de 15 de Alelú se realizó en un “boliche”, los invitados estaban citados a las 22:00 hs. todo preparado para que la homenajeada a las 22:30 hs. bajara una escalera del brazo de su papá, por lo tanto tenía que llegar antes para esperar a los invitados. 21:30 llega Alelú estrenando sus hermosos
zapatos Luis XV (que antigüedad!!) y como era la primera vez que entraba a un lugar así, por mirar absolutamente todo, no miró lo que había bajo sus pies, un lindo escalón el cual se tragó como las mejores y termino de rodillas en el piso y con sus lindas medias finas corridas. Consecuencia papito volando en el
Falcónave a buscar otro par de medias en casa, con la consigna de llegar antes que los invitados.
- Cumpleaños de la abuela, todos risueños y felices, cena numerosa mucha familia y amigos. Alelú preciosa, estrenando vestidete. La comida en la casa de los abuelos, los muebles, casi tan viejitos como los abuelos. Charlas, risas, brindis y de repente un
CRACK, y Alelucita, desapareció bajo la mesa, llevando tras de sí todo el mantel y la vajilla.
- Primer trabajo,
repartidora de boletas de deuda de OSM, horas caminando con una mochila pesadísima llena de boletas que solo podían ser entregadas en mano y contra firma del usuario. Es decir, nada de tirarlas por debajo de la puerta, en cada casita de morosos, Alelucita, debía tocar el timbre y esperar que saliera algún humano dispuesto a recibir un papel que le decía “Sr. Ud. nos debe plata”. El terror de todos los carteros y repartidores calculo debe ser el mismo…
LOS PERROS…pero no los grandotes tipo Doverman, Rottweiler o Boxer, sino los otros, los chiquititos histéricos, esos que ladran y ladran y ladran…y no sólo eso sino que te “garronean” (como decía mi abuelo) se te prenden de los tobillos y no podés sacártelos de encima. Bueno eso le pasó a esta humilde trabajadora, uno de estos proyectos de perro, no sólo ladró y “garroneó” sino que se prendió del jean de Alita y no se soltaba. Conclusión una caminata de 3 cuadras y ½ con un “choquito” enojadísimo a la rastra. Cuando estaba por volarlo de una patada, se dio cuenta que, al pobre can, se le había enganchado el “colmillito” en el ruedo del pantalón. Ups.
- Trabajo, oficina, planta baja Sr. Jefe con clienta muy importante. Clienta recién llegada de la
peluquería de Giordano. Alelú, bajando la escalera con el filtro de la cafetera y algunos otros utensilios para ser lavados en el bañito del subsuelo. Tropezón, casi caída, y
“el filtro voladooor” (léase con el ritmo del gato volador) pasó a dos milímetros del nuevo peinado de la señora, para caer en su falda. Obviamente la cuenta de la tintorería la pagó quien suscribe.
JURO SOLEMNEMENTE QUÉ ES TODO ABSOLUTAMENTE REAL, ME HA SUCEDIDO Y LO LAMENTABLE ES QUE SITUACIONES COMO ESTAS ME SIGUEN SUCEDIENDO.